El siempre polémico cambio de carrera

28/01/19

Motivos por los que jóvenes deciden optar por otro horizonte sobre la marcha.

Es común que un alumno de últimos ciclos responda con orgullo que se siente feliz de haber elegido su carrera profesional sobre cualquier otra. El clic natural entre cachimbo promedio y la carrera de sus sueños, corresponde a un vínculo racio-emocional que habitualmente se va configurando desde los últimos años del colegio. Ahora, ¿qué pasa cuando esta química se pierde en el camino? ¿Qué se debe hacer? ¿Es normal? ¿Por qué ese desencanto antojadizo? Pues la verdad es que nada es producto del azar. Ahora te contamos cuáles son esas razones por las que chicos de tu edad deciden cambiar de carrera sobre la marcha y cuál es la mejor manera de enfrentar la realidad en caso te esté sucediendo en este momento a ti. 

1. Falta de cash

A veces pasa y no hay porqué andar tristones. La situación económica del país, los elevados gastos de familias numerosas, la pérdida de trabajo de uno de nuestros padres, un accidente, una enfermedad… son muchas las variables por las que nuestro capital monetario pasa de ser poderoso a modesto. Estos hechos circunstanciales hacen que tengamos que decidir por carreras de menor costo de inversión, pero que se ‘parecen’ un poco a la que más anhelábamos. Sin embargo, como reza el dicho: no hay mal que dure mil años. De pronto todo mejora y las oportunidades de un traslado rondan la puerta.   

2. Escogieron por ti

No es una novedad que muchos padres presionan un poquito (en verdad, mucho) a sus hijos para estudiar ciertas carreras que no eran precisamente las que más les encantaban. Son muchos los factores los que impulsan a los papás a inducir a sus hijos a decidir apresuradamente o a aceptar continuar una carrera para la que no existió vocación. La más común es “verse realizados a través de ellos”. Esto con el paso del tiempo suele repercutir en la actitud del joven frente a la carrera y verse, ante un escenario poco atractivo, desertar u optar por un cambio radical en el plano educativo. 

3. Surgen otras alternativas

En los últimos años, una ola de emprendedurismo ha conquistado cientos de corazones en el mundo. Así como esta tendencia, hay muchas otras que producen que los jóvenes decanten hacia otras carreras, pues divisan en nuevos horizontes oportunidades de rentabilizar sus capacidades. De la misma forma, la apertura al mercado de nuevas carreras profesionales captan a públicos que antes no hubiesen imaginado poder desarrollar los cursos que hoy se ofrecen. Es un tema bastante complejo, pues tal vez suceda en inversa que otros motivos, estudiar lo que no necesariamente les guste más, sino lo que creen les generará mayores ingresos. 

4. No fue lo que esperabas

Este punto quizá es el más existencialista. A veces nos dejamos llevar por la emoción del momento o las recomendaciones de amigos y nuestro entorno. De pronto nos damos cuenta que no todo es polaridad entre letras y ciencias, y que hay más aspectos y campos de estudio que no habíamos contemplado cuando decidimos dar el gran paso. Es cuando nos replanteamos nuestra condición de estudiantes y luego de varias noches sin dormir, descubrimos que nuestro talento debe ser aprovechado en otra cosa. Así pasa a veces, tampoco hay que hacer un drama, pero el tiempo perdido, debe ser desde hoy tiempo aprendido. 

Es así como funciona. No va a ser nada fácil, sin duda. Pero si hay que corregir de alguna manera nuestra vida, que sea lo más pronto posible. Recuerda que existen muchas formas de descubrir cuáles son tus mejores aptitudes hacia ciertas materias, así como cuáles son las carreras que más se amoldan a tu vocación. Hay que ser muy receptivos con los consejos de los expertos. Hoy te queremos dar una manito y si estás en ese conflicto existencial, te proponemos una dinámica rápida y acertada para tomar la mejor decisión.



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