Descubre cómo destacar académicamente y evitarte horas de sueño innecesarias
Si crees que vamos a descartar el método de estudio más clásico y confiable de la historia de la educación, estás equivocado. Quedarte en vela de vez en cuando va a ser más que necesario en tu vida, en especial cuando busques resultados importantes y de impacto personal, académico o profesional. Es como todo, hay esfuerzos que representan un premio mayor en el futuro.
Hoy miramos con preocupación esa estrategia moderna de los chicos de acumular pendientes a última hora y dejar para una noche lo que debieron aprender durante semanas o meses de clases. Por eso, queremos darte consejos efectivos para que te evites el dolor de cabeza y los ojos llorosos al día siguiente. Tenlos en consideración y verás que lograrás aprobar tus exámenes y sacar buenas calificaciones sin tener que trasnochar (tanto).
1. Primero lo primero
El mejor consejo que podemos darte es no dejar para mañana lo que puedes hacer hoy. Aprovecha tu tiempo al máximo. No esperes a la semana de exámenes para reconciliarte con tus libros y agendas de apuntes. Estudia todos los días, presta mucha atención en clases e investiga si es que algo no comprendes del todo bien. Hábitos de estudio saludables ofrecen los mejores resultados.
2. Agenda de apuntes
Si consideras que la información que recibes en aula incluye datos muy exactos o difíciles de recordar, te recomendamos tener una agenda de apuntes. Verás cómo te servirá cuando tengas que estudiar para un examen.
3. Reescribe las clases
Algunos expertos en la materia lo recomiendan. Lo ideal es conservar un orden y un ritmo de aprendizaje, pero toda estrategia es bien recibida cuando nos sentimos contra las cuerdas. Trata de reescribir, a modo de resumen o haciendo mapas, la información que consideres más importante de cada clase y verás que en ese reproceso dinámico pondrás a prueba tu memoria y habilidades necesarias para captar mejor la esencia de la información.
4. No temas preguntar
Si hay una manera eficaz de aclarar tus dudas es preguntando. Cuántas veces hemos dejado pasar la oportunidad de profundizar acerca de un tema que no entendíamos muy bien o alguna idea que no logramos captar solo por no escucharla por distraernos. Indaga, corrobora la información con algún compañero o pregúntale directamente a tu profesor. No sabes lo mucho que un docente valora que su alumno se muestre interesado en aprender, no tengas miedo. ¡Pregunta!
Sácale el jugo a tu etapa académica. Optimiza tu tiempo y sácale provecho a las oportunidades de aprendizaje que se te presentan todos los días. No esperes la llamada del examen para recién estudiar, olvídate de las ojeras, es mejor tener una mente fresca para desarrollar con calma y éxito las pruebas que tengas en frente. ¡Buena suerte!