Consejos para que la interacción con más jóvenes enriquezca tu experiencia
Interactuar con jóvenes de tu edad, por primera vez en un escenario distinto, es en el común de los casos, lo más parecido a una ‘experiencia religiosa’. Pasar horas cerca de personas que recién estás conociendo y que comparten preocupaciones (y despreocupaciones) similares a las tuyas puede que represente el inicio de una amistad duradera y hasta algo más.
Es cierto también, que como en todo entorno, haya personas con las que establecer relación, signifique un proceso más complicado y está bien, no debemos ser amigos de todo el mundo y de hecho, cada quien posee caracteres distintos, así como gustos y preferencias. Lo importante en este punto es aprender a ser tolerante y respetuoso para configurar un clima óptimo de convivencia y desarrollo grupal. A continuación, algunos tips de convivencia saludable para que esta etapa tan bonita no ‘te choque’:
Todo se soluciona conversando
Recuerda que discutir no es malo, ayuda a expresar nuestras ideas y buscar soluciones. El problema surge si ese debate de ideas se traslada a un conflicto sin razón de ser. Mucho ojo aquí. En la vida, hay varias formas de solucionar las cosas, pero la mejor es conversando. ¡Cuántos dolores de cabeza nos podemos evitar escuchando un poquito a los demás!
Aprender a disculparse
Si tu segundo nombre es orgullo, qué mejor lugar que la universidad para aprender a educar tu carácter. Nada nos cuesta disculparnos si sabemos que algo que dijimos o hicimos no estuvo bien. Nos formamos para ser profesionales, pero un buen profesional también debe ser una buena persona.
En el artículo La psicología de la disculpa, publicado en la revista Psychology Today, se indican tres beneficios puntuales este sano hábito: ganarle la batalla al orgullo, nos enseña a autoevaluarnos y nos humaniza.
Logros comunes
Encuentra en la excelencia la mejor motivación para llevarte bien con tus compañeros de aula. Quizá haya quienes parezcan más empeñosos que otros, pero todos buscan convertirse en futuros profesionales y para lograrlo, el esfuerzo ha de convertirse en común denominador entre todos los interesados. Agradece las palabras de felicitaciones de los demás y sé también el primer en reconocer el éxito académico de tus amigos. Seguro que será bien valorado.
Amigos para toda la vida
Puedes preguntarle a tus padres o hermanos. Lo más probable es que te confirmen lo que se asume como una realidad: los mejores amigos se cultivan en la etapa universitaria. No es en todos los casos, obvio; pero la gran mayoría sí. Mientras esa idea ronde tu cabeza, podrás aprender a valorar la amistad de quienes te rodean y aprovechar el tiempo que crecen y maduran juntos. Los intereses y objetivos son determinantes en este lazo de amistad que suele ser duradero.