Llegó la estación más cálida del año y con ella, un abanico de posibilidades para aprender y pasarla bien.
Si quieres pasar un verano diferente y productivo, te damos cinco alternativas que estamos seguros te ayudarán a sacarle el mayor provecho. Recuerda que cada estación trae consigo una infinidad de oportunidades para acumular experiencias enriquecedoras y hacernos partícipes de vivencias que se disfrutan mejor que en otros momentos del año.
1. Volverte ‘Aquaman’
Puedes disfrutar de un chapuzón en la playa donde la vida es más sabrosa o inscribirte en algún curso de natación. Sucumbe bajo los encantos del agua y ejercita tu cuerpo al mismo tiempo que tu mente. En el caso optes por la primera alternativa, ten en cuenta que hay variables a tomar en consideración para no arrepentirte luego, por ejemplo: no exponerte en exceso a los rayos del sol (en especial entre las 10 am y 4 pm) y estar alerta por cualquier cambio repentino del movimiento del mar.
Nadar mejora tu capacidad de memoria, combate el estrés, reduce el dolor muscular y beneficia la capacidad pulmonar. No se diga más, ¡agua a mí!
2. Recuperar viejas amistades
A todos nos ha pasado. Basta dejar de estudiar juntos o cambiar de trabajo para hacer de lado a esas personas a las que le habíamos prometido amistad eterna. Es normal si lo vemos desde un punto de vista sociológico (o algo así). Crecemos y empezamos a generar vínculos con nuevos grupos (quizá los que están más cerquita) y poco a poco dejamos de tener tiempo para viejas amistades. ¡Pero no todo está perdido, eh! En el verano es más probable que todos dispongamos de más tiempo, es así que si quieres ponerte al día con todas las novedades del mundo y renovar tus votos de la juventud, tu momento ha llegado.
3. Conectarte con la naturaleza
Si tienes en casa un pequeño jardín, tal vez puedas dar una ojeada en Internet sobre algunas ideas novedosas de cómo hacer de unos cuantos metros cuadrados de tierra, un verdadero paraíso terrenal. Se necesita un poco de paciencia y mucha creatividad para obtener un lindo lugar donde tener un poco de sosiego. Recuerda que la naturaleza nos transmite paz, así sea a través de un pequeño jarrón con flores o un macetero al que cultivar todos los días, esa responsabilidad nos permitirá descubrir aspectos en nuestras vidas que quizá desconocíamos y, lo mejor de todo, nos proporcionará paz interior para afrontar los retos de allá afuera.
4. Especializarte en la cata de helados
Si de licencias se trata, el verano te ofrece una de las más dulces y tentadoras. Para los amantes de los sabores intensos y refrescantes (sí, una mezcla de ambos), disponte a realizar un minitour por la ciudad y disfrutar de una variedad de opciones que de seguro parecerán no tener fin jamás. Ese calorcito caprichoso y las bajas probabilidades de enfermarte en esta estación, harán que tu antojito se convierta en la opción más activa de tu menú diario. ¡Provecho!
5. Inscribirte en cursos de verano
No creas que aprender cosas nuevas es exclusivo de los niños. Es cuando somos más jóvenes que utilizar nuestro tiempo en adquirir variado conocimiento se torna la mejor alternativa. Pueden ser unas clases de pintura, de artes marciales o defensa personal, de cocina, de danza moderna o folclórica. ¡O pueden ser todas a la vez! No olvides que joven se es una sola vez en la vida, es así que aprovecha el tiempo.