De tu actitud depende que te vaya bien o mal al involucrarte con otras personas.
Como seres sociales que somos nos es indispensable —e inevitable— comunicarnos. En gran manera nuestra vida social se ve determinada por la habilidad con la que ejercemos nuestra comunicación con los demás. Con el tiempo nos damos cuenta que este proceso puede volverse incluso un arte, nos acerca a las personas que nos interesan, nos permite convencer a nuestras parejas, hermanos y padres; nos ayuda a expresar mejor nuestras ideas, a facilitar la compresión de nuestros sentimientos y más.
La comunicación, hoy por hoy, nos abre o cierra puertas y, claro, nos da la posibilidad de forjar lazos así como de destruirlos. Mucha atención aquí, pues vamos a hacerte algunas recomendaciones que te servirán a administrar mejor la forma en la que eliges comunicarte y, por supuesto, sacarle máximo provecho en vez de convertirla en un peligro para tu vida.
1. En cuanto a comunicación no verbal
La persona que te mira de arriba a abajo antes de estrechar tu mano denota severos problemas de personalidad. Aunque no lo creas, todo comunica, es así que los gestos y expresiones corporales que manifiesten un lado muy materialista o banal, son sin duda, puntos en contra. A quienes tienen este problema, sería importante que redescubran la importancia de la vida y lo valioso que es conocer a las personas antes de dar una opinión acerca de ellas. Si tienes este mal hábito, ¡descártalo ya!
2. Secretear
Puede que se nos esté convirtiendo en un mal hábito sin que nos demos cuenta. A veces el tema de conversación grupal no es del todo de nuestro interés y aprovechemos los grupos grandes para contarnos entre nosotros cosas o detalles acerca de situaciones que surgen en el diálogo, pero es de mala educación. Dejar de prestar atención a los demás para iniciar una conversación privada con quien tienes a lado o al frente es bastante desagradable. Y ya sabes, no solo nos referimos a hablar al oído a alguien, sino que también incluimos otros medios en este intento como mensajes por WhatsApp. Hay tiempo para todo, evita distraerte para hacer comentarios que nada tienen que ver con el de conversación general.
3. Que no se te pase la mano
Una cosa es abrazar o expresar tu cariño por alguien muy cercano a ti y otra es pasarte de ‘amistoso’ con alguien que recién conoces. Ha pasado que nos presentan a una persona totalmente nueva en nuestras vidas y ya queremos darle un apachurrón o sostenerla de brazo. ¡Tranquilo, campeón! No te excedas. No a todo mundo le gusta el contacto muy cercano y en vez de generar confianza, puede ser que provoques todo lo contrario. Respeta los espacios y sé respetuoso(a) siempre.
4. Decir cosas inapropiadas
Si no tienes nada bueno que decir, entonces no digas nada. Hay situaciones en las que es mejor quedarnos callados que ser imprudentes. Sabemos que no es reto sencillo, en especial para quienes amamos hablar, pero debes entender que un comentario inapropiado en un momento tenso, difícil o triste puede que nos sepulte socialmente.