Perfiles comunes en el aula que aportan experiencias significativas a nuestra etapa universitaria
Una de las cosas que más recordarás cuando egreses de la universidad es lo divertido de compartir horas de clases con personas que supieron vivir con humor y mucha personalidad durante esta etapa. Pues hay de todo, estudiosos, relajados, entusiastas, poco comunicativos, etc. Por eso, por más que inicialmente te parezca un entorno extraño al que debes adaptarte, con el paso de las semanas, te sentirás listo.
¿Cuáles son los perfiles más comunes en los grupos de clases? Los chicos de hoy, no son iguales a los de diez o quince años atrás; de hecho, los cambios externos han transformado enormemente la forma en la que las nuevas generaciones perciben el mundo; sin embargo, hay cosas que nunca cambian, entre ellas, los siguientes casos:
1. El iluminado
Nunca falta el compañero que no tiene un vínculo muy asertivo con los estudios, pero suele destacar en los exámenes. Quizá no es el que saca la máxima calificación, pero tiene un promedio más que destacable y nunca, pero nunca, lo verás con ojeras de las amanecidas que nos damos el resto de los mortales.
2. El relajado
No hay motivación que renueve su fe, llega tarde y nunca se reúne para hacer trabajos grupales. Usualmente genera sentimientos encontrados, no es un mal chico (o chica), pero no es colaborativo. Por lo común, lo dejamos de ver a partir de cuarto ciclo.
3. El ausente
Quisiéramos hablar de él, pero no lo llegamos a conocer del todo.
4. El tardón
Es otro de los clásicos universitarios. Algunos profes suelen ser más severos, pero cuando se les da el beneficio de la duda, demuestran que tienen un serio problema con la hora. Tarde para las clases, tarde para el examen, tarde para la salida de amigos, tarde, tarde, tarde. Y bueno, tarde o temprano este mal hábito les pasa factura.
5. El colegial
Siempre hay una chica o chico al que no le va bien lo de afrontar su nueva etapa educativa. Utiliza lapiceros de dos colores y no comprende muy bien lo de los breaks y puentes entre un curso y otro. De alguna forma, todos llegamos así a la universidad, pequeños inexpertos de la vida, el asunto es que estos chicos les cuesta muchísimo asimilar el cambio.
6. El intenso
Vive al límite, comúnmente tiene otras responsabilidades más allá de los estudios. Sus emociones le hacen, en ocasiones, perder los papeles, ser irritable y hasta botar una que otra lagrimita. Es cuestión de carácter.
7. El proactivo
Entre los chicos del salón siempre hay uno que destaca por su exceso de proactividad. Vive con la mano levantada, es voluntario para cuanta actividad se requiera apoyo, decide por su grupo, habla en plural, etc. A veces nos preguntamos ¿cómo lo hace? Es difícil de saberlo incluso ahora, pero esperamos que su energía lo haya llevado a un lugar donde pueda ser muy útil.
8. El chancón
Tiene un objetivo claro, ganarnos a todos la carrera. Dedica mucho tiempo a estudiar. No tiene un método único de aprendizaje, siempre trata de sobresalir y absorber toda la información posible. La máxima calificación es su mayor satisfacción.
9. El chacotero
Por lo que más se le recuerda es por lo divertido que fue compartir tiempo con él. De hecho rompe con cualquier terapia de sueño, agiliza la percepción del tiempo, nos permite ver la vida con otros ojos. Hay de todos los niveles, claro, ¿pero quién no necesita reír con mayor frecuencia?